La Sociedad Argentina de Infectología (SADI) adhiere a los recientes comunicados realizados por la Sociedad Argentina de Medicina (SAM), Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) en lo concerniente a la crisis del sistema de residencias médicas.
Compartimos nuestra profunda preocupación frente al progresivo deterioro del sistema de residencias médicas en nuestro país, situación que lleva muchos años y a la que no es ajena nuestra especialidad.
Las residencias son el principal mecanismo de formación de especialistas en Argentina. No solo cumplen una función clave en el desarrollo de competencias profesionales, sino que sostienen buena parte de la atención médica en establecimientos de salud de todo el país. Acompañar, cuidar y formar adecuadamente a quienes eligen este camino es un imperativo ético y sanitario.
La falta de incentivos adecuados, la alta carga asistencial y el escaso reconocimiento económico e institucional desalientan también la elección de nuestra especialidad, que paradójicamente, se vuelve cada vez más indispensable ante el avance de enfermedades infecciosas, como brotes, pandemias, aumento de la resistencia antimicrobiana, y otros desafíos a la salud global.
La combinación de los factores previamente mencionados lleva a una desvalorización que pone en riesgo no solo la formación de nuevos especialistas, sino la capacidad del sistema sanitario de dar respuestas adecuadas a problemas de salud pública urgentes y complejos.
Desde la Sociedad Argentina de Infectología, apoyamos a los profesionales en formación, y reiteramos nuestra total disposición a colaborar en la construcción de soluciones duraderas que prioricen una salud de calidad.