Actualmente, el grupo de ETD incluye 20 enfermedades diversas, muchas de ellas con un gran impacto en la salud pública, como la enfermedad de Chagas, leishmaniasis, dengue, chikungunya, equinococosis y rabia, entre otras. Este listado incluye enfermedades accidentales como el micetoma o los envenenamientos por mordeduras de serpientes, y también abarca enfermedades endémicas regionales, especialmente relevantes en comunidades que enfrentan desigualdades, como las geohelmintiasis, teniasis, cisticercosis y enfermedades transmitidas por alimentos.
La lepra o Enfermedad de Hansen se incluye dentro de las ETD y es una de las principales causas infecciosas de discapacidad.
El último domingo de enero se conmemora el Día Mundial Contra la Lepra.
La lepra es una enfermedad infecciosa producida por la micobacteria llamada Mycobacterium leprae.
Afecta principalmente a la piel y a los nervios periféricos, y en ocasiones a las mucosas y órganos internos.
Según la OMS, durante 2023 se detectaron 182 815 casos de lepra a nivel mundial y, de estos, 24 773 fueron registrados en las Américas. Si bien, en la región, el número ha disminuido en más de un 30% en la última década, la pandemia de COVID-19 tuvo impacto negativo sobre las acciones de control, basadas en la detección precoz de casos y, prioritariamente, en niños. Actualmente la OMS recomienda el tratamiento profiláctico a toda persona expuesta como otra acción de prevención.
Argentina se encuentra dentro de los países con alta carga de la enfermedad con, aproximadamente, 400 personas en tratamiento por año. Más del 50% de los casos se concentran en el NEA, pero se reportan casos en todas las regiones del país. [CM1]
Se debe tener presente que la lepra es una enfermedad crónica y que el mayor riesgo de transmisión es en los convivientes, el flujo de personas condicionan la posibilidad de tener una persona enferma y/o zonas de mayor endemicidad en cualquier región del país.
La lepra se caracteriza por presentar lesiones en la piel y debe sospecharse en toda persona que presente manchas rosadas o amarronadas con pérdida o disminución de la sensibilidad en las mismas.
La transmisión de la lepra ocurre a través de secreciones respiratorias de las personas infectadas que no han recibido la terapia. Es un patógeno de baja transmisibilidad, por lo que se requiere un contacto estrecho y prolongado para considerarse una exposición de riesgo, siendo un porcentaje menor [CM2] los que desarrollen la enfermedad.
El reservorio son predominantemente las personas, aunque se ha identificado infecciones en armadillos o ardillas rojas.
¿Cuáles son los síntomas y signos de la enfermedad?
Clínicamente se puede encontrar:
- Maculas (manchas) hipocromicas o hipercromicas con disminución o pérdida de la sensibilidad, del vello y/o de la transpiración.
- Nódulos (lesiones tubérculo – nodulares llamadas lepromas)
- Placas Infiltrativas: Engrosamiento de la piel y/o nervios periféricos con dolor espontáneo o a la compresión.
- Neuropatia periférica:
- Trastorno de la sensibilidad, que va desde una leve hipoestesia (adormecimiento) a una anestesia (falta de sensibilidad) total.
- Otros síntomas pueden ser entumecimiento, hormigueo o debilidad en las manos o los pies
- Heridas traumáticas, quemaduras o úlceras crónicas en las extremidades
- Disminución de la fuerza en extremidades
- Infiltración del lóbulo de las orejas y/o pérdida de cejas y pestañas.
- Alteraciones en la apertura ocular (lagoftalmos) con o sin ulceras corneales.
- Ulceraciones en mucosa con o sin compromiso del tabique nasal
La enfermedad tiene una evolución crónica, pudiendo cursar con episodios agudos denominados brotes reaccionales de tipo I y II donde puede presentar síntomas sistémicos (fiebre, artralgias, otros) y empeoramiento de las lesiones con aumento del dolor o aparición de nuevas lesiones (Eritema nodoso). Puede presentarse el denominado Fenómeno de Lucio en el que se presentan lesiones necrotizantes secundarias a una vasculitis con elevada morbimortalidad.
El diagnóstico oportuno previene nuevas infecciones y es prioritario para la prevención de discapacidades, que incluye un conjunto de recomendaciones en foco de disminuir lesiones traumáticas, quemaduras y sobreinfecciones en donde esté comprometido por neuropatía periférica.
Durante el embarazo es posible continuar con el tratamiento poliquimioterapico especifico y la mejor protección que se le debe dar al recién nacido es que el/la progenitor/a afectado/a realice y complete el tratamiento y los controles posteriores.
Es importante recalcar, que la observación de toda macula con hipostesia térmica y/o sensitiva que persiste en el tiempo, se debe evaluar la lepra como diagnóstico posible en nuestro medio.
La iniciativa “Cero Lepra”, organizada por la OMS y la Alianza Global para la Eliminación de la Lepra, es un movimiento global que busca erradicar la enfermedad como problema de salud pública. Esta estrategia busca garantizar que no haya transmisión activa de lepra, que las personas afectadas no enfrenten discapacidades evitables y que se elimine el estigma.
Los pilares de la iniciativa incluyen:
- Interrupción de la transmisión: Reducir significativamente el número de nuevos casos mediante diagnósticos tempranos y la administración de profilaxis pos-exposición (PEP).
- Prevención de discapacidades: Garantizar que las personas afectadas reciban tratamiento antes de que la lepra progrese.
- Erradicación del estigma: Promover la educación pública y reformas legales para proteger los derechos de las personas afectadas.
(*) Autores: María Florencia Prieto, Esteban Couto, Sofía Echazarreta