La activación inmune crónica es uno de los principales determinantes de un fenotipo inmunológico senescente en personas viviendo con VIH-1 (PVV). Diversos estudios realizados en población VIH-1 negativa demostraron que la actividad física tiene efecto antiinflamatorio y podría reducir la inmunoactivación. El objetivo de este estudio fue evaluar si la actividad física prescrita y monitoreada podría inducir una reducción de la activación inmunológica en PVV.