Se trata de un estudio realizado en 9 unidades del Servicio Penitenciario Federal a lo largo de todo el país, en la cual se recabaron datos socio-demográficos de internos y se realizaron serologías para evaluar prevalencia de las infecciones nombradas.
El SPF aloja a más de 11000 internos a nivel nacional. Para el estudio se procesaron 2062 muestras para detección de hepatitis B. La prevalencia de hepatitis B crónica (HBsAg positivo) fue de 0,51% (C 95: 0,37-0,65%); no encontrándose casos ni en mujeres ni en población trans. La prevalencia de anti-HBc positivo y HBsAg negativo fue de 6,1% (IC 95%: 5,5%-6,5%). En el caso de personas trans, resultaron positivas 5 de 13 muestras analizadas. Estos resultados triplican a los hallados en estudios de población general.
Para el estudio de la hepatitis C, se realizaron 2180 determinaciones de anticuerpos, con una prevalencia de 3,3% (IC 95%: 3%-3,6%), siendo el resultado entre varones superior al de mujeres (3,4% vs 2,5%). Es de remarcar un incremento de la prevalencia con el aumento de la edad, siendo de 7,1% en internos mayores de 40 años. Dentro de los que reportaron uso previo de drogas endovenosas el 28,4% resultó positivo vs 2,2% en los que no lo habían reportado. Los resultados para hepatitis C también triplican lo descripto en estudios de base poblacional (en zonas no endémicas) y bancos de sangre. Para realizar una comparación con publicacoines extranjeras, es de resaltar que diversos estudios en países europeos describen prevalencias de hepatitis C en contexto de encierro que ronda entre el 30-50% según las series.
Se trata del primer estudio de prevalencia de estas infecciones en contextos de encierro en nuestro país, aportando información clave para la prevención, diagnóstico y tratamiento de las patologías.
Javier J. Ricart